El rey del sofá

Ya curado de lo que parecían las secuelas de una gran quemadura en su barriga y parte del rabo, este pequeño tuvo la suerte de ser adoptado. El accidente que tuvo seguramente fue el que le libró de una vida como herramienta para la caza, y le dio la oportunidad de disfrutar de lo bueno de la vida. Ahí lo podéis ver, se libró de la vida en un canil y de viajar en remolque, y ahora es el rey del sofá, el pequeño Antón. 

"Buenos días. Hace unas semanas adopté a un beagle de algo menos de 6 meses. Ahí lo llamabais Fofó, yo le puse Antón. Es un perro estupendo, muy cariñoso y tremendamente obediente, como si estuviera entrenado. Es muy dormilón, pero también juguetón y he descubierto que le gusta ir a caminar y correr y también jugar en la playa, además es muy sociable con el resto de los perros. Estoy muy contenta por haber acudido a vosotros, ya es la segunda vez que adopto a un perro en una protectora y han sido las dos mejores decisiones de mi vida.

Los amigos no se compran.

Un beso y mucho ánimo con vuestra labor."

Finito

Parece que sabe de lo que se libró este precioso podenco, joven y vivaracho como él solo. La alegría del refugio, sociable con todos, sumiso si ve que algún colega le quiere buscar problemas, no duda en hacerse el loco. Un pequeño traste, inquieto y juguetón casi igual que la preciosa Yera, necesita una persona y un lugar adecuados dónde poder esperar la tranquilidad que le darán los años. Cariñoso y obediente, aún así se acerca con un poco de reparo, seguro que en alguna ocasión llevó un cachete.

Bianca ADOPTADA

La foto refleja la realidad de nuestros gatos. La rutinaria vida en un pequeño espacio sin acceso al exterior, para los que antes de estar aquí disfrutaron de la vida al aire libre, se les hace cuesta arriba. Como Bianca, abandonada con total naturalidad por sus dueños, junto con su hija ya adoptada, la preciosa carey Areta. Vigilante en la ventana, espera que alguien le de una nueva vida, la que los gatos adultos con su carácter ya formado saben agradecer. Son animales limpios por naturaleza, perfectamente adaptables, ideales para la vida en piso, sin la necesidad de salir a la calle que en cambio si tienen los perros, un incordio si no se dispone de energía o tiempo libre.