Cuando vinieron a adoptar los papás querían un perro y el niño tenía clarísimo que quería un gatito, y todos nos salimos con la nuestra. Enhorabuena a Mía y a Rubi.“Fuimos a la Protectora a buscar una perra, y regresamos con una perra y una gata que después de tres semanas de convivencia ya se han hecho amigas. Mia ha crecido tanto que ya es más del doble del tamaño que tenía cuando vino de la Protectora. Rubi estuvo casi tres semanas prácticamente sin comer, pensábamos que estaba haciendo huelga de hambre, pero al final se ha adaptado al pienso y ya va comiendo bastante, cuida la casa desde la puerta, ha empezado a ladrar un poco y la estamos enseñando a jugar, le encantan los paseos por el monte y la playa. Las dos son felices con nosotros y nosotros con ellas. Los cinco os damos las gracias por habernos presentado y por la labor que estáis haciendo en la Protectora.
Mia, Rubi, Tomás, Dawn e Isidro.”
