26 abril 2017

Yoa ADOPTADA



Lo que parecía una visita de paso se ha alargado unos meses. Mirémoslo por el lado bueno: tras el bajón moral y físico de verse fuera de su “hogar”, le ha dado tiempo a recuperarse y dejarnos conocer su carácter, que lo tiene.

Empieza a demostrarnos cariño y a querer jugar, que ya pensamos que no sabía. A sus compañeros de cuatro patas quiere controlarlos y que no se desmadren. Lo tiene complicado.