31 diciembre 2011

Doro

Una preciosidad de perro con un carácter divino. Muy dócil, callado y pacífico. Cuando lo encontramos estaba impecable, pero su dueño, ¡cómo no!, pasó de buscarlo. A lo mejor no tenía el mínimo interés, o no sabía por dónde empezar a buscarlo. Una simple llamada a información, a la Policía…le habrían explicado a dónde van los animales extraviados y nuestro Doro hubiera vuelto a su hogar.