Ya sabéis la ilusión que nos hace tener noticias de los animalitos adoptados en sus hogares, tanto si son adopciones recientes como si son de hace años. Pero cuando esos animales son especiales porque tienen algún problema de timidez, miedo, un pasado difícil, etc. una vez que se van cruzamos los dedos para que todo vaya bien. Y si finalmente la adopción cuaja respiramos aliviados. Es el caso de Tula, una precios podenco a la que su dueño cazador no trató con ningún aprecio. Miedosa, nerviosa, asustadiza, lo pasó fatal en nuestro refugio, la tensión no la dejaba engordar y daba pena verla, no como ahora, feliz y confiada.
"Hace un año que adoptamos a Tula, se adaptó muy bien a su nuevo hogar, perdió el miedo que tenía al principio y empezó a comer de maravilla, es una perra feliz y está totalmente integrada en nuestra familia :) Quiero daros las gracias por la labor que estáis haciendo y os mando unas fotos para que veáis lo que ha cambiado desde el día que la adoptamos y lo feliz que está.
Gracias de nuevo,
Un saludo
Laura"
