02 abril 2014
Google & Company
" Hola Mónica!
No creo que te acuerdes ya de mí, después de casi tres años
que pasamos por la protectora para buscar un compañero de vida para nuestra
familia. Me enamoré de un bóxer de 4 meses y al mismo tiempo apareció la posibilidad
de adoptar una bullterrier de un criador irresponsable que la regalaba a quien
la quisiera. En un día nos vimos con dos nuevos amigos de 4 patas:
GOOGLE, el bóxer que adoptamos ahí, y TIZA, la bullterrier
escuchimizada del criador. Además de Lala, la gata que habíamos recogido hacía
3 meses.
Han pasado muchas cosas desde entonces, la vida nos ha dado
palos y pasamos de vivir en una casa con una gran finca y al lado del monte, a
un piso pequeño. Y hace poco nos hemos mudado a un piso más grande con una gran
terraza, también a 20 metros de la playa, en Muros.
Nuestros peludos se han ido adaptando a los cambios, felices
de estar con nosotros, que parece ser que es lo único que les importa, da igual
el lugar. A Google le cuesta un poco más el piso, pues es un caballito
despatarrao. Tiza es una vaga terrible. Le encanta cualquier sitio donde pueda
estar tocándonos con alguna parte de su cuerpo. Lo de nadar no es para ella, y
correr sí, pero sin abusar. Cabezota, graciosa, cariñosísima, especial…los dos
son especiales.
Los 3 están castrados, esterilizados y lo que haga falta
para no aumentar el grave problema que ya hay respecto a los animales
abandonados, sacrificados y maltratados en este mundo, ¡que te voy a contar a
ti!
Nuestra experiencia y los cambios en nuestra vida confirman
que:
-Perros, gatos y humanos pequeños y grandes conviven juntos
sin ningún tipo de problema, independientemente de la raza, o de lo que sea,
todo es cuestión de educación y mucho amor.
- Los animales se adaptan a todo con tal de estar con
nosotros y tener sus necesidades cubiertas. Solo hay que compensar la falta de
espacio con más paseos y más tiempo.
- ¡Esterilizar, esterilizar, esterilizar! No agravamos el
problema y ellos son más felices. ¿antinatura?, NO. Sentido común…
- Los animales se educan y aprenden. Hace falta
paciencia, si, mucha. Pero vale la pena. Las cosas que destrozan son sólo cosas.
Yo prefiero tener el sofá hecho polvo, y no perderme ese momento “peli” con
ellos encima, cortándome la circulación de las piernas y lamiéndome de vez en
cuando, observarlos mientras sueñan, y acariciarlos cuando abren un ojo para
ver si todo está bien…
- Los pelos, ¡solo
son pelos! Si, están por todas partes, en casa, en nosotros… ¡que más da! Hay
que relajarse y no estar con la aspiradora todo el día. Es mejor disfrutar de
ellos, jugar, sobetearlos, rebozarlos, a cambio de unos pocos pelos…y un
poco de arena en mi caso.
Ojalá las personas vayamos cambiando y entendiendo,
despertando a la realidad de los animales, a su amor incondicional, a la
RESPONSABILIDAD de cuidarlos en todos los sentidos, a sus sentimientos, a
respetar su hábitat en el caso de los animales no domésticos…
Te mando muchas fotos de la familia peluda para que veas que
vuestro trabajo tiene resultados positivos, y que no os desaniméis jamás, los
peludos os necesitan ahora más que nunca.
¡Muchísimas gracias por vuestro trabajo y dedicación!
Un abrazo,
Fabiana"
Etiquetas:
Finales felices