17 enero 2015
Rubia ADOPTADA
Una de las compañeras de entrenamiento de Yayo, junto con Flaca, Bruto, Sombra, incluso el paticorto Tom a veces, pocas más bien. Muy jovencita, de unos ocho meses, lucía un collar típico de cazador: un trozo de cadena cerrada con un alambre. También traía con ella restos del trato que debió recibir, poca educación y mucha desconfianza. Aquí de la primera poco le podemos ofrecer, pero con buen trato la segunda se le va olvidando.
Etiquetas:
Finales felices