Un año y diez días en este refugio, con un comportamiento ejemplar, fue rarísimo que no saliera adoptado antes, pero había una gran razón: estaba esperando por Mario y su gran familia. Lo de grande, por buena y por extensa, porque sabíamos el súper recibimiento que le esperaba, y esa es una muy buena señal. Sólo lleva con ellos 17 días, bueno con ellos y con Neska, con la que hace muy buena pareja.