14 julio 2014

Johnny



Si al pensar en un perro de caza te imaginas un animal inquieto, vivaracho, temeroso de las personas, especialmente de los hombres, ese no es Johnny. Desde luego que en algún momento si fue usado como herramienta, no hay duda: recogido en el monte, delgado, sarnoso, encogido, y con el típico collar hecho por un cazador con un trozo de cadena y alambre.
Ahora gordito, con un pelo precioso, un color de ojos especial, obediente y con un poco de "respeto" por las personas, y sociable con sus compañeros perrunos, espera por la suerte que pocos podencos tienen.